Estas columnas fueron diseñadas originalmente por la cultura egipcia y estaban situadas en la entrada de los templos; en Egipto se les llama "tejen" que significa proteccion o defensa, por lo que se ha especulado su relación con Ra, el dios del Sol. Acerca de su forma, los expertos opinan que se trata de la representación de un rayo de sol petrificado y que en su misma estructura reside Ra. La palabra obelisco es de origen griego, obelisko y hace referencia a los palos de hierro utilizados para asar carne. Fue el historiador Herodoto quien hizo la primera descripción de ellos. Actualmente la ciudad de Roma, Italia, es la que tiene el mayor numero de obeliscos en el mundo: ocho de origen egipcio y cinco esculpidos durante el esplendor del Imperio Romano.
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